Hoy contaremos la verdadera historia de una mujer ambiciosa y peligrosa, llamada Ariel…
Había una vez en un reino lejano del mundo encantado, una niña, hija de un pescador y miembro de la resistencia contra la Realeza, que se pasaba todas las mañanas vendiendo pescado en el puerto, la joven estaba cansada de esa vida y deseaba algo mejor, pero con el pasar del tiempo fue resignándose.
Pasaron los años y la bella joven comenzó a desarrollarse, la naturaleza había esculpido en ella toda su belleza.
Un día, un viejo y soltero capitán, le pidió que lo ayudase a llevar a su barco unas cajas de pescado, la joven sin problemas lo acompañó, mientras dejaba una caja en el camarote, el viejo la sorprendió por detrás e intento violarla, forcejearon tirando todo, ella revotaba contra los muros intentando escapar de las manos asquerosas del hombre, pudo llegar a cubierta hasta donde el viejo la siguió pero resbaló golpeándose la cabeza fuertemente.
La joven asustada no sabía que hacer, en lo primero que pensó fue en un medallón que había perdido en el forcejeo. Bajó al camarote y lo buscó… se percató que en la pared había postrada una caja fuerte que se abría con llave, pero no dio importancia y se fue rápidamente a llamar a su amigo Sebastián, al cual llamaban “el cangrejo”, porque trabajaba disfrazado en un negocio de pesca. Al llegar al sitio el joven vio la escena y sabía que culparían a su bella amiga de haber asesinado al capitán, así que se sentó un rato y pensó por unos minutos. Ariel estaba impaciente, y en un ataque de ansiedad saltó sobre el cuerpo inanimado y comenzó a revisarlo, encontró una llave y bajó hasta el camarote, abrió la caja fuerte, en su interior encontró un pequeño tesoro de monedas de oro.
Ariel subió para mostrarle lo que había encontrado a su amigo, el cual quedó maravillado, mientras tanto le contó el plan que había ideado.
Las llamas se veían desde lejos, al barco acudieron varias dotaciones de bomberos, pero no pudieron sofocar el incendio. Decidieron dividir el dinero y hacer un pacto de silencio.
La joven para no levantar sospechas siguió trabajando en la pescadería, y al cabo de unos días, otro capitán de barco comenzó a coquetear con ella. Comenzó a vestirse cada día más provocativa, todo el mundo que la veía le decía que era una “Sirenita”. Todos los días recibía regalos muy costosos de su admirador y ella siempre se los aceptaba, descubrió que el capitán tenía mucho dinero y ella le dijo al viejo que si quería tener algo más con ella debían casarse, pero en secreto. Sin nadie que supiera de lo sucedido se fueron a casar a un lejano pueblo teniendo como único testigo a su amigo Sebastián. Volvieron a la ciudad de pescadores y esa noche el capitán la invitó a pasear por su barco para consumar el matrimonio. Zarparon para el interior del mar, ella le hacía muecas de niña ingenua, en esta ocasión fue Ariel el que llevó al camarote al hombre, se desnudó por completo y lo esperó en la cama, el hombre se regocijaba viendo el escultural cuerpo de la mujer y rápidamente comenzó a desvestirse. El hombre se le tira encima y comienza a besarla esperando a que iba por fin a disfrutar de su mujer, pero en vez de eso, traicioneramente recibió una cuchillada en la espalda. Ariel había escondido un cuchillo debajo de una almohada y cuando el viejo bajó la guardia le dio el triste final.
A los tres días llegó la noticia de la muerte del capitán, que su barco se había prendido fuego en altamar y que su barco había sido hundido…
Ariel sin que nadie supiera cobró todo el dinero que el viejo tenía en la cuenta de un banco y de esta manera comenzó con su maléfica vida.
Al verano siguiente Ariel, y Sebastián viajan en un pequeño bote hasta una costa cercana y atestiguan la celebración del cumpleaños del príncipe Eric a bordo de un barco. Apenas lo ve unos minutos, la “sirenita” se enamora de él. De manera repentina, cae una tormenta y el barco naufraga; Ariel logra salvar a Eric, que se halla inconsciente, antes de que se ahogue en las profundidades. Tras llevarlo a tierra firme, la joven le interpreta una canción pero detiene la melodía al comprender que el príncipe no debe verla cuando despierte. Cuando este se recupera, se muestra fascinado por la voz que había escuchado antes e intenta dar con el paradero de quien le rescató del naufragio, pero no tuvo éxito. Ariel regresa hasta el puerto aunque ahora es mayor su convencimiento de querer formar parte del mundo de la realeza.
“Tritón”, como llamaban al padre de Ariel, se percata del cambio de comportamiento de su hija así que le pregunta a Sebastián al respecto, enterándose de que su hija está enamorada de alguien de la realeza. El rey enfurece y confronta a la joven justo en el lugar donde ella escondía trajes y utensilios esplendidos que había comprado con el dinero de los robos de “sus amantes”. Dada su molestia, destruye todo a su paso con un tridente. Cundo “Tritón” se va, las hermanas Anguila pasan cerca de ahí y persuaden a la “sirenita” de visitar a Úrsula, la condesa que practicaba la brujería entre otras cosas ilegales, que podría ayudarle a convertirse en una mujer de la realeza. Interesada ante tal propuesta, Ariel acude al palacio de Úrsula junto a las hermanas Anguilas que eran siervas de la bruja.
Al llegar, Úrsula se entera de su situación y le propone hacer un pacto para convertirla en parte de la realeza a cambio de un favor, debía participar en una orgía lésbica con las hermanas Anguila, la mujer al inicio se niega, pero sabía que ese era el único camino de obtener un título nobiliario. La mujer acepta y además es drogada. Al día siguiente Ariel recuerda pocas cosas de lo sucedido pero en sus manos obtuvo lo que quería. Ariel debía conquistar lo antes posible el amor de Eric, o de lo contrario podrían descubrir la falsedad del documento y seria condenada a muerte. En todo momento Ariel es consciente de esta condición y va en busca de su príncipe.
Eric encuentra a la joven en la playa y la lleva a su castillo sin saber que ella fue quien lo había rescatado en la noche del naufragio. A continuación, la joven incapaz de poder hablar con él pasa varios momentos al lado del príncipe. Al final del segundo día casi se besan a no ser por la interrupción de las anguilas aliadas de la bruja. Molesta por la insistencia casi exitosa de Ariel, Úrsula decide aparecer en el palacio y decide chantajear a Ariel, le muestra varias fotos de la orgia en la que había participado y le dijo que se la mostraría a la reina a no ser que robara las joyas de la madre de Eric. Ariel desesperada roba las joyas y se la entrega a la “bruja” pero ella soberbia y envidiosa le dice que le mostraría igual las fotos a la reina. Ariel estaba desesperada y recurre a la mafia que les prometió una buena suma de dinero, la cual no poseía, para que recuperen las fotos y se deshagan de la “bruja”.
A su vez, Sebastián le avisa a “Tritón” de lo acontecido porque pensaba que Ariel estaba metida en graves problemas metiéndose con la mafia.
En medio de una fiesta celebrada en el palacio en honor a Ariel y en donde también estaba presente Úrsula, irrumpieron hombres de la mafia provocando un gran desorden. En medio del caos, Úrsula pierde las fotos de Ariel que mantenía guardada en un sobre en su cartera. Ariel y Eric escapan para ponerse a salvo y aunque Eric la besa en ese instante, pero una bala le da en su estomago. Mientras tanto Úrsula se escapa.
Tritón llega a la escena y confronta a Úrsula para exigirle las fotos, pero la bruja le demuestra que ella no las tiene y que su hija estaba por morir y rápidamente va hacia el hospital. Ariel sentía que se moría y le cuenta toda la verdad al príncipe. Enceguecido de ira, Eric va al palacio de la bruja y la enfrenta, y con un cuchillo que llevaba escondido se lo clava en el abdomen y quema el palacio.
Tritón se percata del amor que siente su hija por Eric, así que acepta que pueda vivir con él. Ella después de unas semanas en el hospital sobrevive y se casa con Eric.
Eric estaba esperando desnudo en la cama a su bella mujer, mientras que Ariel se estaba terminando de duchar y poniéndose sexy en el baño, cuando se acerca a un espejo empañado puede leer en el mismo “sé lo que hiciste el verano pasado” y un gancho filoso le atravesó la garganta…
FIN
MAC