lunes, 24 de noviembre de 2014

El inicio

Mi nombre es Mariano y soy un fugitivo, pero no de la justicia sino más bien de ángeles del infierno, desde que descubrí  su existencia me están dando caza.
Mi historia la comenzaré a contar desde el día en que tuve un accidente por el año 2002, tenía 18 años y recién había terminado el secundario, la Argentina estaba sumergida en una de sus profundas crisis, el caos reinaba.
Mis padres habían perdido el trabajo por eso me encontraba desesperado buscando un trabajo, cuando me dirigía a una de las tantas entrevistas, un hombre me envistió con un coche y se dio a la fuga, estuve en coma unos meses, pero para mí fueron segundos, no recuerdo nada de ese profundo sueño, pero desde el momento en que volví a abrir mis ojos mi mundo había cambiado.
Había pasado una semana  desde que había salido del hospital, mi padre (de origen italiano) se encontraba trabajando en Milán, había decidido emigrar, sin embargo yo estaba realizando la rehabilitación, me daba miedo salir a la calle, por eso me escondí en mi computadora…
Un día tuve que ir al hospital para una de mis ultimas sesiones, pero a diferencia de otras veces había decidido viajar sólo en colectivo (autobús), dos hombres con gafas negras  se acercaron a la parada, sentía algo extraño en ellos, pensé que era alguna paranoia mía, al llegar el colectivo me subí y detrás mío lo hicieron aquellos hombres. Los dos disimulaban pero yo sabía que me estaban observando.
Los dos hombres se bajaron en la misma parada y comenzaron a seguirme, por mi mente pasó la idea de que me querían robar, aceleré el paso pero ellos me seguían de cerca, por la calle no circulaba nadie, uno de los hombres me bloqueo el paso, intenté apartarlo de un empujón y fue allí que percate que su rostro no era humano… el otro hombre se acercó por mis espaldas pero fue bloqueado por otros dos hombres que aparecieron del improviso, los 3 se quedaron forcejeando y mientras que el cuarto hombre se reincorporaba del suelo yo aproveche para escapar.
Me subí al primer colectivo que pasó en dirección a mi casa. Sentía que mi corazón se salía del pecho, intente calmarme, pensé que me estaba volviendo loco al recordar paso a paso lo que había sucedido, aquellos cuatro hombres eran algo más, no eran normales.

Llegue a casa rápido y me encerré en mi habitación, encendí la computadora y había recibido un mail con el título “Sabemos que nos puedes ver, tu vida corre peligro”
Frases que salen de nuestro cerebro estan regidas por un pequeño ser que se encuentra en la oscuridad de nuestra psiquis... eso es peligroso porque lo que busca este personaje es llegar a zonas frescas donde poder controlarte...

El lado oscuro del negro