Le conté
de lo sucedido a mi madre, amigos y hermanos, pero ellos pensaban que era una
de mis tantas bromas o que era algún efecto colateral de mis pastillas.
Durante
unos días salía de mi casa armado con una pequeña navaja, pero ya no había
vuelto a ver a aquellos hombres. En cierto momento dude de mi mismo, pero el
mail que había recibido existía y eso me dejaba preocupado.
Al cabo
de unas semanas recibí una llamada para una entrevista. Antes de salir de mi
casa, revisé mis mails y había uno titulado: “si quieres saber la verdad de lo
que esta sucediendo, reúnete conmigo hoy a las 14, y no confíes en nadie” y al abrirlo ponía
la dirección de un bar al frente del Congreso.
No entendía
nada, pensé que ese mensaje estaba relacionado con lo sucedido la vez anterior,
pero sabía que debía concentrarme en conseguir trabajo para ayudar a mi
familia. Al salir de mi casa, en el suelo encontré una especie de medallón de
metal muy bonito, pensé que era mi día de suerte, al ver que no había nadie a
quien se le hubiera caído, me lo guardé en el bolsillo. Me tomé el colectivo y
viaje hasta el centro de la Ciudad Autónoma. El viaje fue largo, pero por no querer hacer combinación con el
subte (es la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, compuesta de
seis líneas ; Línea A, la más antigua de más de 100 años, Línea B, Línea C,
Línea D, Línea E, Línea H. Forma además parte de la red un tranvía con dos
ramales, el Línea P Premetro)
El
Obelisco había quedado a mis espaldas , me encontraba caminando
por la calle Cerrito, atravesé el Teatro Colón.
La
dirección que había anotado era de unas oficinas en un edificio cercano a la 9
de Julio, sorprendentemente no había ninguna cola larga de postulantes como era
habitual en mis demás entrevistas. Toqué el portero y una voz de una mujer me
invitó a entrar, la secretaria me recibió y me llevó hasta el despacho del
encargado de recursos humanos. La mujer me dijo que esperase a que me llamaran,
al cabo de unos minutos me llamaron, entré y pude observar a un hombre de saco
y corbata. La puerta detrás de mí se cerró y el hombre levantó su cabeza, fue
allí que pude reconocerlo, era uno de los hombres que había tratado agredirme
semanas atrás. Rápidamente se levantó de su silla y extendió sus brazos hacia
los costados y como dos sombras de alas oscuras aparecieron, mi asombró fue tal
que me paralice. El hombre se me acercó y me derribó de un golpe en el
estomago, cuando quiso golpearme de nuevo algo lo detuvo, aun aturdido observé
como el medallón que había encontrado estaba al lado mio brillando, al parecer
se me había caído del bolsillo del saco. El hombre volvió a la carga, pero esta
vez agarré el medallón, me levanté y con la mano que lo sujetaba le di un golpe
al hombre, que emitió un fuerte grito. Sin tiempo que perder abrí la puerta y
me marche, en un extremo del pasillo un hombre se acercaba y fácilmente pude
identificarlo como el otro agresor, por eso salí corriendo hacia la salida, la
joven secretaria sin intención se puso en mi camino pero la aparte de un
empujón y corrí lo más aprisa que pude entre las calles del centro.
Aun
seguía en estado de shock cuando llegue hasta la Plaza de Mayo, a lo lejos se
escuchaba los bombos de una manifestación que se acercaba a la plaza. Deje
atrás la Catedral Metropolitana y después de dejar a mis espaldas el Cabildo, caminé por Avenida
de Mayo hasta llegar al Congreso, allí esperando el colectivo vi el nombre de
un bar que me llamó la atención, luego recordé que era el bar que figuraba en
el mail que había recibido. En mi cabeza daban vueltas un montón de ideas sobre
quienes eran esas personas, ya no sabía a quién acudir o pedir ayuda, era la 13:40
así que decidí arriesgarme y entré al bar.
El Palacio del Congreso de la Nación argentina es el edificio donde desarrolla sus actividades el Congreso de la Nación Argentina. Las obras comenzaron hacia 1897, a cargo de la compañía Pablo Besana, y el nuevo Congreso Nacional sería inaugurado en 1906. Es uno de los congresos más grandes del mundo, limitada por la Avenida Rivadavia, Combate de Los Pozos, Avenida Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen.
la Catedral Metropolitana (es el principal templo católico de Argentina)
Plaza de Mayo (sitio fundacional de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, nació de la unión de las plazas de la Victoria y del Fuerte, al demoler en 1884, una construcción llamada Recova Vieja que las separaba)
el Cabildo (fue el ayuntamiento o corporación municipal de la ciudad de Buenos Aires que funcionó desde la fundación de la ciudad en 1580 hasta su supresión en 1821. En la actualidad la expresión cabildo de Buenos Aires se utiliza para referirse al edificio que albergó al ayuntamiento, el cual, con modificaciones en su estructura, es hoy el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo)
El Obelisco: es un monumento considerado un ícono de la ciudad de Buenos Aires, construido en 1936 con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad. Está emplazado en la Plaza de la República, en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio
El Teatro Colón es un teatro de ópera de la
ciudad de Buenos Aires. Por su tamaño, acústica y trayectoria, está considerado
uno de los cinco mejores del mundo. Los sucesivos arquitectos conciliaron en su
diseño estilos tan disímiles como el ático-griego, que predomina en el exterior
y, en palabras de Meano, "los caracteres generales del Renacimiento
italiano, la buena distribución y la solidez propias de la arquitectura
alemana, y la gracia, variedad y bizarría de ornamentación asociadas a la
arquitectura francesa", hasta conformar un admirable ejemplo del estilo
ecléctico del siglo XIX