martes, 9 de diciembre de 2014

Ciudad Autonoma de Buenos Aires (primera parte)

Le conté de lo sucedido a mi madre, amigos y hermanos, pero ellos pensaban que era una de mis tantas bromas o que era algún efecto colateral de mis pastillas.
Durante unos días salía de mi casa armado con una pequeña navaja, pero ya no había vuelto a ver a aquellos hombres. En cierto momento dude de mi mismo, pero el mail que había recibido existía y eso me dejaba preocupado.
Al cabo de unas semanas recibí una llamada para una entrevista. Antes de salir de mi casa, revisé mis mails y había uno titulado: “si quieres saber la verdad de lo que esta sucediendo, reúnete conmigo hoy a las 14, y no confíes en nadie” y al abrirlo ponía la dirección de un bar al frente del Congreso.
No entendía nada, pensé que ese mensaje estaba relacionado con lo sucedido la vez anterior, pero sabía que debía concentrarme en conseguir trabajo para ayudar a mi familia. Al salir de mi casa, en el suelo encontré una especie de medallón de metal muy bonito, pensé que era mi día de suerte, al ver que no había nadie a quien se le hubiera caído, me lo guardé en el bolsillo. Me tomé el colectivo y viaje hasta el centro de la Ciudad Autónoma. El viaje fue largo, pero por no querer hacer combinación con el subte (es la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires, compuesta de seis líneas ; Línea A, la más antigua de más de 100 años, Línea B, Línea C, Línea D, Línea E, Línea H. Forma además parte de la red un tranvía con dos ramales, el Línea P Premetro)
El Obelisco había quedado a mis espaldas , me encontraba caminando por la calle Cerrito, atravesé el Teatro Colón.
La dirección que había anotado era de unas oficinas en un edificio cercano a la 9 de Julio, sorprendentemente no había ninguna cola larga de postulantes como era habitual en mis demás entrevistas. Toqué el portero y una voz de una mujer me invitó a entrar, la secretaria me recibió y me llevó hasta el despacho del encargado de recursos humanos. La mujer me dijo que esperase a que me llamaran, al cabo de unos minutos me llamaron, entré y pude observar a un hombre de saco y corbata. La puerta detrás de mí se cerró y el hombre levantó su cabeza, fue allí que pude reconocerlo, era uno de los hombres que había tratado agredirme semanas atrás. Rápidamente se levantó de su silla y extendió sus brazos hacia los costados y como dos sombras de alas oscuras aparecieron, mi asombró fue tal que me paralice. El hombre se me acercó y me derribó de un golpe en el estomago, cuando quiso golpearme de nuevo algo lo detuvo, aun aturdido observé como el medallón que había encontrado estaba al lado mio brillando, al parecer se me había caído del bolsillo del saco. El hombre volvió a la carga, pero esta vez agarré el medallón, me levanté y con la mano que lo sujetaba le di un golpe al hombre, que emitió un fuerte grito. Sin tiempo que perder abrí la puerta y me marche, en un extremo del pasillo un hombre se acercaba y fácilmente pude identificarlo como el otro agresor, por eso salí corriendo hacia la salida, la joven secretaria sin intención se puso en mi camino pero la aparte de un empujón y corrí lo más aprisa que pude entre las calles del centro.

Aun seguía en estado de shock cuando llegue hasta la Plaza de Mayo, a lo lejos se escuchaba los bombos de una manifestación que se acercaba a la plaza. Deje atrás la Catedral Metropolitana  y después de dejar a mis espaldas el Cabildo, caminé por Avenida de Mayo hasta llegar al Congreso, allí esperando el colectivo vi el nombre de un bar que me llamó la atención, luego recordé que era el bar que figuraba en el mail que había recibido. En mi cabeza daban vueltas un montón de ideas sobre quienes eran esas personas, ya no sabía a quién acudir o pedir ayuda, era la 13:40 así que decidí arriesgarme y entré al bar.


El Palacio del Congreso de la Nación argentina es el edificio donde desarrolla sus actividades el Congreso de la Nación Argentina. Las obras comenzaron hacia 1897, a cargo de la compañía Pablo Besana, y el nuevo Congreso Nacional sería inaugurado en 1906. Es uno de los congresos más grandes del mundo,  limitada por la Avenida Rivadavia, Combate de Los Pozos, Avenida Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen.



la Catedral Metropolitana (es el principal templo católico de Argentina)

 


Plaza de Mayo (sitio fundacional de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, nació de la unión de las plazas de la Victoria y del Fuerte, al demoler en 1884, una construcción llamada Recova Vieja que las separaba)


el Cabildo (fue el ayuntamiento o corporación municipal de la ciudad de Buenos Aires que funcionó desde la fundación de la ciudad en 1580 hasta su supresión en 1821. En la actualidad la expresión cabildo de Buenos Aires se utiliza para referirse al edificio que albergó al ayuntamiento, el cual, con modificaciones en su estructura, es hoy el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo)






El Obelisco: es un monumento considerado un ícono de la ciudad de Buenos Aires, construido en 1936 con motivo del cuarto centenario de la fundación de la ciudad. Está emplazado en la Plaza de la República, en la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio


El Teatro Colón es un teatro de ópera de la ciudad de Buenos Aires. Por su tamaño, acústica y trayectoria, está considerado uno de los cinco mejores del mundo. Los sucesivos arquitectos conciliaron en su diseño estilos tan disímiles como el ático-griego, que predomina en el exterior y, en palabras de Meano, "los caracteres generales del Renacimiento italiano, la buena distribución y la solidez propias de la arquitectura alemana, y la gracia, variedad y bizarría de ornamentación asociadas a la arquitectura francesa", hasta conformar un admirable ejemplo del estilo ecléctico del siglo XIX
Frases que salen de nuestro cerebro estan regidas por un pequeño ser que se encuentra en la oscuridad de nuestra psiquis... eso es peligroso porque lo que busca este personaje es llegar a zonas frescas donde poder controlarte...

El lado oscuro del negro