Lucifer a domicilio

Toc, toc, toc
Están golpeando la puerta,
Un fuego intenso comenzó
A chispear en mi chimenea.
A medida que avanzo,
El sudor aumenta,
Rápidamente abro la puerta.
Yo me sorprendo
Al ver la figura siniestra;
Se presentó como Lucifer,
El señor de las tinieblas.
Me pidió permiso para entrar
A mi humilde vivienda.
Yo me quede absorto
Delante de su presencia.
Él preguntó con voz clara:
“¿quiere un puro antes de su sentencia?”
Solo atine a negar con la cabeza.
Después prosiguió diciendo:
“Vengo a buscar su alma en pena,
He venido en persona
Porque mis ángeles están en huelga”
Yo le dije que se equivocaba
Que no era yo a quien buscaba,
Ya no me pertenecía mi alma
La había subastado en internet,
Después de que mi mujer
Se fugó con la mucama.
Ring, ring, ring
Sonó mi móvil,
Que estaba en mi cama
Fui a ver quién me llamaba
En la pantalla se observaba
“666, infierno en llamas”
Creo que debía ser una llamada
De larga distancia.
Una voz de mujer muy seductora
Del otro lado me hablaba
Me pidió pasarle un recado
A su jefe, que tirado en mi sofá
Se encontraba.
Me comunicó, que en el infierno
Ya no había más plazas.
Todas las casas ya estaban vendidas o alquiladas
No cabía ni un alfiler
En aquel mundo en llamas.
Una vez que colgué
Le comunique a Lucifer
lo que me había dicho su secretaria.
No se mostró preocupado,
Porque sabía que con Dios contaba,
Allá arriba hacia mucho
Que personas no lo visitaban.
Y con enviarle algún mentiroso,
Dios aceptaría con buenas ganas.
“Ya que usted no tiene su alma,
Me marcharé de esta casa.
Pero le recuerdo una cosa…
Vigile bien a quien entrega su alma,
Porque en estas tierras hay gente muy mala.”
En voz alta se marchó de mi casa.
Le escuche decir,
Que llegaría tarde a la cancha;
El picadito contra los doce apóstoles
Debía postergarlo para la próxima semana.

mac