El Arcángel Luriel. Los Reinos Aliados del Sur. Primera Parte.

Introducción

Había pasado ya dos milenios desde la primera edad oscura, aún quedaban grandes cicatrices en el mundo provocadas por el Primer Hombre Oscuro, dejando como legado la enemistad entre los hombres y el odio entre las diferentes razas vivientes en la tierra.
Al pasar los milenios los hombres aprendieron a tolerarse, olvidaron por completo aquellos siglos en donde la maldad y la muerte los perseguía, sin embargo su sed de conquista todavía seguía vigente, y por causa de esto los hombres se alejaron del camino que le había ofrecido el Gran Dios, perdiendo su protección.
Con el tiempo lograron crearse grandes reinos e imperios prósperos, los cuales fijaron una paz efímera que no tardaría en perderse con la liberación del Arcángel Negro y toda su oscuridad. Antes de comenzar el tercer milenio la maldad y el odio se estaban expandiendo nuevamente por toda la tierra. La peor tempestad que se pueda imaginar, una tempestad de muerte y destrucción, una tempestad de desolación y lobreguez, una tempestad con nombre… Luriel…
La Tierra de Tegmarís ya no es como se la recuerda, mucho ha cambiado. Donde antes se conocían grandes reinados con habitantes llenos de júbilo y dicha, ahora solo hay ruinas y el lamento de los muertos que no pueden descansar. La oscuridad está latente por todas partes, la resistencia es la vía que les queda a los reinos que siguen en pie, pero no lo podrán hacer por mucho tiempo más, la maldad del Arcángel Negro se incrementa y cubre todos los rincones de la tierra, nadie está a salvo de sus siervos desalmados, cuya única voluntad es la de obedecer las órdenes de su Ama: dominar todo lo que tiene vida y eliminar toda oposición.
Cada día que pasa el Arcángel adquiere nuevos adeptos que están dispuestos a todo para conquistar la Tierra de Tegmarís en nombre de Ella, mientras que otros aprovechan el caos reinante para saciar su propia sed de conquista.
Espeluznantes bestias volvieron a surgir de las profundidades de la noche. En un pasado habían cometido aberraciones indescriptibles, llegando al punto donde se creía que toda vida dejaría de existir, hasta que hombres valientes se unieron y con las armas poderosas enviadas por el Gran Dios lograron exterminarlas… o eso se pensaba.
La destrucción reinante devenida del Arcángel, hace que las personas se levanten en pie de guerra para lograr el equilibrio sobre la tierra. Por esto valerosos héroes cayeron: unos fueron seducidos con riquezas y poder; otros pelean por venganza al ser despojados de todo lo que tenían… Otros, que aun conservan la vida, siguen luchando por los que les pertenece, la libertad.
Sólo la voluntad de ellos podrá forjar el camino hacia la luz, pero para esto, deberán primero transitar la fría y peligrosa oscuridad.