viernes, 20 de noviembre de 2009

Perseguidos (Capítulo 3)

-Las vueltas que nos habéis hecho dar para llegar hasta aquí. – dijo Marior ya en su forma de humano.
-Igual debemos esperar, las puertas de la ciudad no se abrirán hasta que amanezca. – respondió Pau. - ¿Cómo haremos con Emilie?
-¿Qué pasa conmigo? – dijo con un claro acento francés
-El sol…
-¡Pau, no me desintegrare cuando salga el sol!, si bien soy una criatura de la noche puedo vivir bajo la luz del día, digamos que me convierto en más humana, es cuando soy vulnerable. Lo único que puede hacerme el sol es lastimarme los ojos, pero solo me basta con no mirar hacia el cielo. Debéis dejar de creer en las historias que se dicen de mi pueblo… la mayoría se cuentan por ignorancia.
-Ya que debemos esperar hasta el amanecer, porque no vamos directo hacia casa. Los licántropos se habrán ido a refugiar, ellos sí que no toleran la luz del sol.
-Entonces con los primeros rayos de luz marcharemos hacia casa. – sentenció la cazadora.
-Yo mientras tanto iré a localizar a Rodririco y le diré de los acontecimientos de esta noche. – dijo Pau.
Al alba el grupo se dividió, Pau entró en la ciudad mientras que el resto se dirigió hacia la sierra atravesando campos bosques. El día amaneció nublado y comenzó a llover pero el grupo estaba próximo a la masía en donde vivían, estarían al resguardo del agua o eso creían.
La primera en entrar fue Luz, por precaución había desenvainado su espada… unos segundos más tarde se escuchó el grito de la cazadora…
-¡Marior!
El hombre lobo entró rápido a la casa temiendo lo peor, pero lo único que vio era a Luz con un ataque de histeria mirando el techo, viendo como caía el agua de unas goteras que se habían formado…
-¡Os he dicho que debíais reparar el techo…!
-¿Yo?... pedidme de destripar a personas, de asesinar a bestias inmundas, de destruir un poblado… pero yo de reparar no entiendo nada…
Luz comenzó a gritar en su idioma maldiciendo.
-Solo a vos os ocurre alquilar una masía tan venida a bajo. – comentó Marior.
-Bien que no os quejáis de la tranquilidad y comodidad que tenemos aquí, además con lo que ganamos no podemos permitirnos mucho más sin levantar sospechas a las autoridades de Barcelona.
Marior al no tener argumento se quedó callado.
-Cuando vallamos a la ciudad tendré que llamar a alguien que lo arregle… solo a mí se me ocurre convivir con un hombre que tiene sus manos tan solo para destruir…
- Os recuerdo que no soy un simple hombre… soy un licántropo…
La mujer volvió a emitir un grito y lanzó un jarrón hacia Marior, el cual lo esquivó.
Segundos más tarde entró Emilie, con su típica tranquilidad vio el techo y dijo antes de irse a su habitación…
-Se arreglara, no os preocupéis, hay peores cosas en las cuales debemos enfocar nuestra atención. Si aún estáis alteraos os recomiendo un buen moscatel para relajaos… yo me iré a dormir, no hagáis ruido.
Hacia el mediodía el grupo fue hacia la ciudad. Se encontraron con Rodririco en la puerta de una taberna que era atendida por Sabrina, una conocida de Marior, un lugar en donde podrían hablar con tranquilidad.
-¿Fani cuando vendrá? – preguntó Luz.
-Ya sabéis cómo es ella, siempre se toma su tiempo.- respondió Rodririco.
-Pero la hemos citado para el mediodía…
-Yo debería comprar algunas cosas al mercadillo, acompañadme. – dijo Marior
Los cuatro estuvieron hasta tarde en el mercadillo perdiendo la noción del tiempo. Volvieron a la taberna y después de unos quince minutos vieron aparecer a la Cortesana.
-Disculpadme amigos míos, entre que solucionaba algunos problemas en mi trabajo y me arreglaba un poco se me ha hecho tarde… pero esta vez he tardado menos que otras veces.
-Si esperar cinco horas llamad tardar menos…
Los cinco entraron a la taberna y se ubicaron en una parte en donde casi no podían ser vistos por las demás personas… pidieron jarras de cervezas, menos Fani la cual odiaba esa bebida y comenzaron a hablar.
-Me ha comentado Pau lo de esta noche… fue una suerte que haya mandado a Pau a buscaros… - comentó Rodririco.
-Gracias por actuar con presteza amigo mío, si Pau no hubiera llegado con su mapa hubiéramos caído en la trampa de los licántropos.
-¿Y qué están haciendo aquí? – preguntó Fani.
-Vienen a darme muerte, a ellos no les ha agradado que haya hecho una alianza con una mujer vampiro y una cazadora, no perdonan mi deserción de la manada.
-Recordad que también están los vampiros que me buscan a mí también para obtener información sobre los licántropos. – añadió Emilie.
-En mis últimos viajes a Francia, a mi pueblo, además de participar en festines de sangre he recabado información acerca de los Jefes Vampiros, han movilizado a sus mejores hombres para capturarme, por suerte tengo infiltrados entre sus líneas que me han avisado a tiempo para poder escapar.
-¿Alguien más que nos persiga? – preguntó Luz mientras que se bebía su segunda jarra de cerveza.
-Sí, la Santa Inquisición. – dijo Fani creando un silencio incomodo. –En la ciudad han llegado un grupo de emisarios que ha enviado la Santa Sede para interrogar a la Cazadora, piensan que ella tiene vínculos con las criaturas de la noche y que su poder deriva por adoración al diablo.
-¡Seguimos sumando amigos! – comentó sarcásticamente Marior.
-Fani, pide otras cervezas a Sabrina. – dijo Luz después de terminar su segunda cerveza.
La Cortesana se acercó hacia donde estaba Sabrina cuando vio entrar a tres hombres fuertemente armados, con trajes negros de cuero que se acercaron también hacia donde estaban ellas. Uno de de los hombres le sonrió a la Cortesana y luego le preguntó a Sabrina con un acento italiano.
-Estamos buscando a la cazadora, nos han dicho que está aquí.
Sabrina miró a Fani y al ver el rostro de terror que esta tenia, dijo…
-Suele venir por aquí, pero hoy no ha llegado, estará cazando alguna criatura maligna.
-Entonces serviros ocho cervezas, la esperaremos aquí.
Mientras que los tres hombres pedían, otros cinco vestidos de la misma forma entraron al local.
Fani, se dio media vuelta y uno de los hombres la cogió fuertemente de la mano.
-Disculpadme Señora, acaso sabéis algo de la cazadora…
-Solo rumores… lo que sabe todo el mundo, que es una mujer muy fuerte y que odia a las bestias de la oscuridad… ¿Por qué os interesa saber de ella?
-Somos enviados del Papa, necesitaríamos hablar con ella.
-No sé a dónde se encuentra, pero si sé algo os aseguro que os diré… - se dio media vuelta pero fue detenida nuevamente por el hombre
- Podéis decirme vuestro nombre, he notado que tenéis un acento italiano.
-Soy la Condesa Fani de Sicilia…

La mujer una vez que se deshizo del hombre fue rápidamente hacia sus amigos… debían escapar del lugar cuanto antes…

Esta historia continuara…

No hay comentarios:

Frases que salen de nuestro cerebro estan regidas por un pequeño ser que se encuentra en la oscuridad de nuestra psiquis... eso es peligroso porque lo que busca este personaje es llegar a zonas frescas donde poder controlarte...

El lado oscuro del negro