viernes, 18 de diciembre de 2009

Sabotaje en la Alhambra (Capítulo 7)

El verano estaba llegando a su fin, pero aún los días se mantenían cálidos. La Cazadora y sus amigos de las Tinieblas estaban disfrutando del día, tomando unas cervezas de barril que Luz tenía en el sótano. La Cazadora estaba atravesando unos días malos, algo la aquejaba, desde su último viaje a tierras extrañas un malestar la invadía. Vieron venir a Rodririco caminando a toda prisa a lo lejos. Después de intentar recuperar el aire les comentó a sus amigos:
-Hola amigos míos, os debo comunicar urgentemente una noticia, enviados de los Reinos de Aragón y de Castilla me han contactado para que le diga a la Cazadora que tienen un trabajo para ella y que si se niega su castigo será la muerte.
El grupo que estaba sentado se sorprendió al oír la noticia y el primero que intervino fue Marior.
-¿Cuál es el trabajo que quieren que haga Luz?
-Mucho no me han informado, pero sé que es algo relacionado con el Reino de Granada. Os esperan en la ciudad, os encontrareis en la puerta de la Catedral, debéis ir sola.
-¿Será una trampa? – preguntó Marior
-Puede ser, pero mi curiosidad es mayor, iré a ver, vosotros si veis que dentro de unas horas no aparezco, matad a esos enviados.
El licántropo y la mujer vampiro asistieron con la cabeza mientras que la Cazadora iba a prepararse para el encuentro.
La preocupación en la Masía crecía a cada hora que pasaba hasta que por la puerta entró sana y salva Luz.
-Preparad todo lo que necesitéis, viajamos hacia el Reino de Granada.
Los dos seres de las Tinieblas hicieron caso a su amiga sin hacer preguntas, mientras tanto ella se comunicó a través de las piedras mágicas con Pau, Rodririco y con Fani.
Al día siguiente el grupo se reunió en la masía, nadie sabía el motivo del viaje pero la Cazadora no los mantendría en vilo por mucho tiempo:
-Los Reyes de Aragón y Castilla quieren que me infiltre en la Alhambra para robar un artefacto mágico que protege a toda la fortaleza.
-Pero el Reino de Granada no era aliado al de los católicos, ¿no eran vasallos? – preguntó Marior.
-Pues no tengo idea, me han dicho que si no realizamos tal tarea me perseguirán y a todo el que quiera ayudarme se lo matará.
-¿Cómo haremos para entrar en esa fortaleza? He oído que es inexpugnable. – interrumpió Rodririco.
-Con una invitación.
-¿Cómo?
-Los Reyes a través de sus enviados nos han dado unas invitaciones, seriamos enviados para mediar entre los reinados. No debéis perderlo porque de lo contrario no podréis entrar en los territorios granadinos. Partiremos mañana al amanecer. Nos escoltarán algunos soldados para protegernos, tienen la orden además de acompañarnos hasta los límites del Reino musulmán.
-Vos como haréis con vuestras dolencias, después de que habéis matado a la Bruja Escarlata, vuestra salud se ha deteriorado.
-No os preocupéis por mí, querido Marior, soportare el dolor, ahora a prepararnos que nos quedan pocas horas antes de partir.
Al día siguiente los guardias reales esperaban en una de las puertas de ciudad. Los primeros en llegar fueron Pau y Rodririco después Luz y sus amigos de las Tinieblas, y como siempre la última fue Fani, que hacia traer por uno de sus sirvientes un enorme cofre con vestidos.
-Disculpadme la demora, pero he estado casi toda la noche eligiendo los vestidos para esta ocasión, pensad que una buena cortesana siempre debe ir bien vestida.
Comenzaron a cargar las cosas en un carruaje y se pusieron en marcha hacia Granada…
Luego de varias horas de camino, se detuvieron en una posada para pasar la noche en el Reino de Murcia. Allí los escoltas le dijeron a Luz y a sus amigos que tengan listos los documentos para atravesar las tierras granadinas y fue en ese preciso momento en que Rodririco se dio cuenta que ya no poseía el documento.
-¿Cómo que no traéis el documento? – dijo indignada Luz.
-Entre tanto apuro creo que me lo he olvidado en casa.
-¿No podrá pasar? – preguntó Luz a uno de los guardias.
-Eso será imposible, hay muchas hostilidades entre los reinos, los musulmanes no dejan pasar a nadie.
-Entonces debéis partir cuanto antes a recuperar vuestro documento, recordad que os necesitamos para la misión, nosotros haremos tiempo, daos prisa.
Esa misma noche Rodririco cogió un caballo y sin descanso cabalgó de nuevo hasta Barcelona.
Mientras tanto al día siguiente a primera hora, el grupo inicio el tramo final hasta el Reino de Granada, los enviados de los reyes los dejaron kilómetros antes de entrar en las tierras granadinas. En el camino se encontraron con algunos guardias, pero al mostrar sus documentos los dejaban en paz.
Llegaron a una de las puertas de la ciudad, allí un guardia controló los documentos y luego mandó a uno de sus soldados a llevarlos hasta la Alhambra en donde regía el Rey.
La ciudad nazarí, estaba organizada en seis distritos amurallados, comunicados entre sí por puertas que se cerraban durante la noche, y cada uno de ellos, dividido en barrios de diferentes tamaños y carácter.
Para subir hasta la Alhambra habían dos caminos, uno era subiendo una cuesta cerca del barrio amurallado del Albaycín otro era por la Puerta de las Granadas, por el cual el guardia guió al grupo de viajeros. Anduvieron hasta la Puerta de la Justicia, en el centro pudieron ver el relieve de una mano, sobre el 2º arco, el relieve de una llave, el guardia le explicó que esa simbología significaba que la mano debe coger la llave que abre la puerta del conocimiento
Después de caminar otro rato desembocaron en una explanada llamada Plaza de los Aljibes, por estar encima de una serie de aljibes. A la derecha estaba la Puerta del Vino, que comunica la Alcazaba con la zona de palacios.
Esperaron en un salón del Palacio de los Leones a que los recibieran. El grupo estaba anonadado por la arquitectura y la belleza que veían a su alrededor. La mano derecha del rey granadino los recibió y vio los documentos que los Reyes de Castilla y Aragón les habían otorgado, también otro documento secreto que debían entregar en el cual se mencionaban las nuevas condiciones que debía afrontar el reinado para concretizar la paz.
Al grupo le fue dado un hospedaje en unas residencias muy cercanas al palacio, estando vigilados en cada momento.
Antes de que la noche los sorprendiera, el grupo bajó a la ciudad para perderse entre sus numerosas tabernas y tiendas. El grupo se encontraba reunido en una taberna a punto de saborear una abundante cena.
-Espero que Rodririco nos de alcance cuanto antes, por si las cosas se complican siempre es bueno contar con ayuda. –dijo Luz.
-¿En que podría ayudarnos Rodririco? No tiene es aspecto de ser un bravo caballero, además nunca va armado, salvo que con su laúd. – comentó Pau
-Justamente ahí rige su poder, según las melodías que toque Rodririco puede hacer que el que lo escuche quede bajo un encantamiento, entrando en un profundo sueño o hasta matarlo.
-No sabía que poseía esa cualidad, ¿pero si el laúd cayera en manos equivocadas?
-Solamente él es capaz de tocar aquellas melodías. De igual manera funciona con vos y vuestro mapa, ¿espero que lo hayáis traído? – añadió Marior.
-Por supuesto, en cada uno de mis viajes lo llevo conmigo.
-Debemos estar muy atentos a todo, y ser sigilosos en nuestros planes, mañana comenzaremos a investigar cada rincón del palacio.
-¿Tendremos tiempo de darnos un baño en el mar? – preguntó Fani.
-Pero Fani, aquí no hay ningún mar.
-Yo tenía entendido que el Reino de Málaga tenía mar.
-El Reino de Málaga sí, pero estamos en el Reino de Granada, os lo dijimos ciento de veces. – respondió Luz.
-Que lastima, yo que había traído toda la vestimenta para echarme al mar y disfrutar de la playa. –dijo con un tono de tristeza la cortesana.
El grupo estalló en risas al escuchar las palabras de Fani.
Luego de que un carruaje los dejará cerca del palacio y luego de pasar todos los controles de los guardias, se dispusieron para dormir.
Temprano por la mañana Pau y Marior se levantaron y fueron a inspeccionar la zona antes de que las mujeres se despertaran.
Después de que las mujeres se levantaron fueron a desayunar a una taberna cercana de donde estaban hospedados, allí un guardia real les dijo que el Rey necesitaba unos días para responder a las peticiones de los dos Reyes cristianos. Esto le daría tiempo al grupo de llevar a cabo su verdadera misión.
Por medio de la piedra mágica, Rodririco se comunicó con sus amigos diciéndole que estaba a pocos kilómetros de la ciudad.
Cerca del mediodía el grupo alcanzó a su amigo en las puertas del palacio. Velozmente comenzaron a investigar el lugar. Se dividieron en tres grupos: Marior y Pau comenzaron por el Mexuar que era la sala más primitiva. Servía de sala de audiencia y justicia para casos importantes. Tenía una cámara elevada cerrada por celosías donde se sentaba el sultán a escuchar sin ser visto. No existían las ventanas laterales. Tenía el techo abierto en su parte central. Al fondo se encontraron con una pequeña habitación pero los guardias los detuvieron ya que servía de oratorio, desde donde se divisa el Albaycín.
Desde la galería norte del Patio de los Arrayanes y a través de un arco apuntado de mocárabes, accedieron a la sala de la Barca, llamada así ya que tiene un artesonado magníficamente ensamblado en forma de casco de barco. Los muros presentaban ricas yeserías con el escudo nazarí y dentro de él, la palabra «Bendición» y el lema de la dinastía «Sólo Dios es vencedor».
La sala se encontraba rodeada por un zócalo en cuyos extremos se encontraban alcobas con zócalos de azulejos, que revestían las columnas que sujetan arcos peraltados y festoneados de mocárabes y pechinas. Desde allí accedieron al Torreón de Comares, presidido por el Salón de los Embajadores. Tanto Marior como Pau observaban cada centímetro y trataban de apuntar todo lo que veían en sus memorias el lugar estaba repleto de guardias que los seguían de cerca.
El salón de Comares era la estancia más amplia y elevada de todo el palacio, su función principal era celebrar las audiencias privadas del sultán, a los dos hombres se los dejo pasar ya que el sultán se encontraba reposando. Los invitados se sentaban en los huecos que se abrían en las paredes. En los laterales del salón habían nueve alcobas, tres por cada uno de los lados del salón, correspondiendo la alcoba central del lado norte al sultán, también se abrían una serie de ventanas. Tanto Marior como Pau se quedaron anonadados por el esplendido techo del recinto, el cual representaba al Universo.
-Si pueden hacer esta majestuosidad, no creo que sean tan barbaros como se los suelen describir. –dijo Pau a su amigo.
-Sinceramente no sé quiénes son los verdaderos barbaros, si los cristianos o los musulmanes, para siempre intentan diferenciarse los unos a los otros que terminan convirtiéndose ambos en la misma bestia.
Mientras tanto la cazadora y Emilie estaban en el Palacio de los Leones, merodeaban acompañadas de guardias por la planta rectangular, rodeado por una esbelta galería con 124 columnas de mármol blanco. Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán y esposas con piso alto abierto, con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso. De cada sala fluían 4 arroyos que iban al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas se unían con paños calados que dejaban pasar la luz.
La cazadora caminaba aguantando unos dolores insoportables en todo su cuerpo debido a la maldición lanzada por la Bruja Escarlata, cada hora que pasaba se ponía peor. Cuando estaba por entrar a la Sala de los Reyes un guardia le prohibió el paso y fue en ese instante que se dio cuenta que su amiga contemplaba la fuente de los doce leones que decoraba el centro del patio.
-Emilie, podéis comprobar con la carta mágica de Fani si hay algún artefacto mágico en aquellas salas.
Fani era poseedora de cartas mágicas con las cuales podía leer el futuro o como solía decir ella, podía responder a las inquietudes de las personas que preguntaban con sinceridad pero Luz había decidido utilizarlas para encontrar el artefacto mágico ya que las cartas emitían una luz tenue cuando estaban cerca de alguna energía mágica.
-No hay nada que nos interese, mejor sigamos buscando.
Las dos mujeres entraron Sala de las Dos Hermanas por el lado opuesto a la Sala de los Abencerrajes que era la alcoba del sultán. El guardia que tenían de guía les explicaba que el nombre de Dos Hermanas procedía de las dos losas de mármol blanco que había en el suelo a ambos lados de la fuente central, exactamente iguales en tamaño, color y peso. Eran las más grandes de La Alhambra. Tenía un mirador sobre la ciudad y comunicación directa con los baños.
Esta sala, al igual que toda la Alhambra, tenia poemas escritos en las paredes.

Rodririco y Fani buscaban por la zona de El Partal, correspondiente a la zona de las viviendas de los criados de Palacio.
Fani utilizaba sus cartas mágicas de Tarot para localizar el artefacto pero por aquella zona no encontraron nada, así que la cortesana prefirió descansar un poco y junto a Rodririco pasearon por el precioso jardín.
Pasada media tarde todos se reunieron en la puerta principal del palacio y fueron hacia el Generalife que era la villa con jardines utilizada por los reyes musulmanes de Granada como lugar de retiro y descanso. La parte más importante estaba constituida por sus jardines, fue concebida como villa rural, donde jardines ornamentales, huertos y arquitectura se integraban, en las proximidades de la Alhambra. Pero antes de llegar Luz se descompuso por el dolor que estaba sufriendo, por eso decidieron dividirse nuevamente, Emilie y Fani acompañarían a Luz a su aposento para que descansara mientras que Marior y los demás seguirían buscando por los preciosos jardines.
Algunas horas antes de que anochezca los guardias acompañaron a los hombres hasta la puerta del reciento en donde dormían.
Rápidamente fueron a ver el estado de la cazadora dirigiéndose hasta su alcoba en donde los recibió la cortesana:
-Luz se encuentra mejor pero la magia oscura está invadiendo cada vez más su cuerpo, debemos encontrar algún hechizo que la cure... ella me ha dicho que tiene un amigo en esta ciudad que es una especie de hechicero al cual llaman Lobo. Cuando se despierte será mejor llevarla ante él.

Estuvieron buscando sitio para comer en los barrios de la explanada, pero casi todos estaban llenos. Fani en cierto momento se perdió y estuvieron buscándola hasta que apareció viendo el nombre de una taberna…
-Creo que aquí comeremos bien.
El resto del grupo estaba más tranquilo por la aparición de la mujer que en aquellos días ya se había cambiando más de cinco veces su vestuario.
Después de comer Luz guió a sus amigos hasta el lugar en donde su amigo le había dicho que se encontraría en el caso de que ella viajase alguna vez a Granada.
Entraron en una taberna en donde se estaba celebrando un espectáculo, dos trovadores, uno tocaba una guitarra mientras que el otro cantaba y una bailarina oriental la cual se movía sensualmente al ritmo de la música. Luz pudo reconocer en el trovador que tocaba la guitarra a su amigo Lobo.
Una vez terminado el espectáculo Luz fue a saludar a su amigo y a presentarlo al resto del grupo, le dijo del malestar que le aquejaba y le proporcionó un brebaje que la ayudaría a soportar el dolor pero no eliminar la magia oscura.
Lobo se despidió del grupo mientras que el grupo decidió visitar una taberna en donde degustaron unos té y fumaron el narguile o pipa de agua. El mismo constaba de un recipiente en forma de una botella que contenía agua caliente. Este recipiente era de cerámica. Sobre el recipiente se encontraba una mezcla de hierbas poco húmedas, preparado especialmente para el narguile y más arriba el carbón.

Cuando el aire se tiraba por el medio de un tubo que salía de la botella, el carbón quemaba una mezcla de hierbas y el humo de estas pasando por dentro de la botella se lavaba en el agua caliente y llegaba a la boca. Con la visita a aquel lugar terminó la excursión por la ciudad.
El grupo sabía que debían encontrar cuanto antes el artefacto mágico, y solo les quedaba un lugar en donde investigar, la alcazaba.
Emilie y Marior envueltos bajo las tinieblas y llevando consigo las cartas mágicas de Fani, salieron del recinto en donde estaban hospedados eludiendo a los guardias y fueron hacia la alcazaba, que constituía la zona militar, centro de la defensa y vigilancia de la Alhambra.
Sin que los guardias los vieran fueron recorriendo todas las torres y sus recintos. El tiempo se agotaba, y el alba estaba próxima, tenían que abandonar aquel lugar antes de que saliera el sol debido que sus poderes ya no los protegerían, pero estando en la Torre del Homenaje, en el último de sus seis pisos, comenzaron a brillar las cartas, esto ocasionó que uno de los guardias los descubrieran pero antes de dar aviso, el hombre fue presa de los seres de las tinieblas convirtiéndose en un delicioso postre.
El artefacto estaba protegido por siete guardias que fueron rápidamente neutralizado por el licántropo y la mujer vampiro, una vez en su poder y después de esconder los cadáveres de sus adversarios escaparon hacia sus aposentos.
Los primeros rayos de luz cayeron sobre la ciudad, y no tenían mucho tiempo antes de que los guardias reales descubrieran lo sucedido.
Por eso el grupo emprendió la huida hacia la explanada, los guardias encargados de vigilarlos no les perdían el paso. Marior tuvo la idea de dividirse en dos grupos para encontrarse a las afuera de la ciudad. Emilie, Fani y Pau seguirían por la explanada caminando, guiados por el mapa mágico de Pau, en cambio Marior, Rodririco y Luz subirían hasta el barrio del Albaycín para despistar a sus perseguidores. Antes de llegar se encontraron con Lobo quien los llevó a un lugar seguro. Compartieron un ligero almuerzo, sin revelarle la misión que estaban realizando, Luz le pidió ayuda para escapar de la ciudad.

Lobo los condujo hacia las afueras de la ciudad, pero antes pudieron ver el majestuoso panorama que emitía la Alhambra desde el barrio de los comerciantes. Bajaron hasta la explanada, una fuerte tormenta se desató, siguieron caminando hasta las afueran en donde había una pequeña taberna, entraron y pudieron ver a sus amigos y cerca de ellos a unos guardias reales. Rodririco decidió entrar en acción, acariciando las cuerdas de su laúd emitió unas alegres notas. En cierto momento los guardias se quedaron dormidos. El grupo aprovechó para escapar del lugar y después de despedirse de su amigo, cogieron los caballos de los guardias y se marcharon del Reino de Granada a toda prisa.

Por medio de un ungüento elaborado por un hechicero, Luz encontró una cura para la magia que le estaba corrompiendo el cuerpo. Enviados de los dos reyes cristianos llegaron hasta la ciudad para hablar con la cazadora, pero en su lugar encontraron a Rodririco, el trovador le dio cita con la cazadora a las afueras de la ciudad.
-¿Habéis cumplido la misión? – preguntó uno de los enviados.
-Claro que si.
-¿Entregadnos el artefacto mágico?
-¿Cuál?, ¿el que he destruido?
-¿Por qué lo habéis hecho?
-Vosotros sólo me habéis dicho que debía desproteger la Alhambra, pues bien, ya está a vuestra merced, ahora dejadme en paz y si os vuelvo a ver por estos parajes, os juro que los eliminare.
Los enviados abandonaron la ciudad de Barcelona pero la cazadora y sus amigos ya se habían ganado nuevos enemigos…


mac

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Frases que salen de nuestro cerebro estan regidas por un pequeño ser que se encuentra en la oscuridad de nuestra psiquis... eso es peligroso porque lo que busca este personaje es llegar a zonas frescas donde poder controlarte...

El lado oscuro del negro